dia 31

Cada uno con su banda…la sonora…la de su vida.

La Música, que importante y cuanto afecta a nuestra vida, cambia estados de animo, nos trasforma…cuantas veces llorando de rabia me he puesto a bailar con el audio a toda pastilla y de ese estado de desesperacion  he pasado a sonreír, relativizando todo,.. nos hace llorar, sonreír, nos impulsa a correr, a soñar…nos trae al presente personas del pasado, momentos..nos evoca un olor o una emoción…

Carmina Burana fue lo primero que oyó Martina de mi mano, tenía 18 meses y se reía cuando algunas partes rítmicas  las tocaba con mis viejas castañuelas …

Y cantamos todos los días, absolutamente todos desde que aprendió ha hablar…y ahora sigue cantando , ella cada vez mejor y yo…peor imposible.

Me gusta regalar canciones….no compuestas por mi,  no soy capaz de hacer algo tan trascendente. Pero a personas especiales  les regalo una canción.

La de Martina estaba clara, la elegimos entre su padre y yo, ella sabe que  “Your Song” de Molin Rouge,  es su canción. cada vez es más de ella, porque en verdad se nos olvida “de que color tiene los ojos y solo sabemos que el mundo es mas maravilloso desde que ella esta en él”

So excuse me for forgetting


but these things i do 
you see i’ve forgotten 


if they’re green or they’re blue 


anyway the thing is what i really mean


yours are the sweetest eyes i’ve ever seen 


And you can tell everybody 


this is your song


it may be quite simple


but now that it’s done


i hope you don’t mind


i hope you don’t mind that i put down in words 


How wonderful life is now you’re in the world 


i hope you don’t mind


i hope you don’t mind that i put down in words 
how wonderful life is now you’re in the World

Recordamos las canciones que nos cantaban de niños (mi madre “Ilusión Marina”  aquella que trata de una princesita de los mares) y las que se cantan a los niños que se viven : hijos, sobrinos, nietos… (todas las noches le cantaba a mi pequeña aunque estuviera al otro lado del mundo , “Ay mi pescadito deja de llorar, Ay mi pescadito no llores ya más” que Manuel , el portugués,  en la película “Capitanes intrépidos”, le cantaba al grumete…cuando empezó a crecer y si lo hacía por teléfono cuando estaba lejos,  me decía.- Mami, cántamela bajito que si te oyen los del teatro, van a pensar que soy una niña muy pequeña”- )

A mi padre le gustaba la zarzuela y me hacía cantarle muchas veces la  Romanza de Simpson: «Despierta negro» de la Tabernera del Puerto y me daba un duro y si no, se enfadaba, no había termino medio.

Las parejas suelen tener una música que “es suya”, es un enlace, entre los dos. Con cada amor vivido he tenido una canción y alguna ha sido desterrada de mi alma…si la oigo me hace daño.

Recuerdo en los ensayos de los premios de la música de hace años…(quiza del 2007), yo estaba en control técnico realizando la escaleta. Estaba muy triste, era  un momento duro en el que no encontraba la salida y de pronto empieza a cantar Jorge  Drexler, todos los técnicos nos quedamos quietos , en silencio…consiguió parar el tiempo y el mundo se detuvo en ese instante mágico ,  y con una maravillosa canción lleno de luz esa negrura que me invadía (entonces no sabía que había ganado un oscar ).Mas tarde le pude dar las gracias y él me abrazó.

Y , esta canción que regalé hace poco a una hija mayor que me entregó el Camino de Santiago , la comparto con vosotros.