La familia puede ser de diferente apellido, raza o sangre….es esa familia que se elige en la vida o que te encuentras y con la que decides tejer una gran colcha de hilos de colores, algunos luminosos cuando hay risa o diversión y otros oscuros cuando hay miedo o tristeza pero siempre sabiendo que nos podemos cubrir con ella. Cada día o acontecimiento añade un pedazo a esa gran colcha.
Tengo otro ahijado, se llama Gonzalo, la experiencia que me une a él , y a su familia, es tan fuerte que siempre estamos tejiendo hilos y compartimos una preciosa cocha de amor y querer.
Os contaré su historia.
Un día me llamo mi amiga Mariajesús estaba embarazada por tercera vez a los pocos meses de haber tenido el segundo. Se salio de la norma de la cual el 99% de las ligaduras de trompas son fiables, pero no me extraña, ella es una mujer totalmente fuera de serie y el amor que siente por su marido deshizo cualquier nudo.
Cuando hablé con ella estaba preocupada , una tercera cesárea era peligrosa y las dudas de poner en su vida en peligro y que hubiera la posibilidad de dejar a sus hijos solos le aterraba.
Después de preguntar y pedir varias opiniones, no hubo más dudas, ese ser vendría al mundo y hasta varias años después no se sabría cual sería su primera misión.
Gonzalo fue un bebe precioso, rubio y grande, hizo la felicidad de todos con su llegada. Y en su bautizo le regalé su lema de vida:
QUE TU SONRISA SEA UN FARO
QUE GUIE A LA GENTE EN LOS TIEMPOS DIFICILES.
En ese momento no sabía con que clarividencia lo había elegido.
Muchos, pocos años mas tarde, un día de lluvia recibí otra llamada de Mariajesús, el pequeño Guillermo, el segundo, estaba enfermo. Le habían operado de un tumor en la cabeza y empezaba un tratamiento para el cáncer. Solo tenía 5 años. No hay nada peor en la vida que la vida de un hijo este en peligro.
Yo me quedé paralizada, durante horas no podía parar de llorar. Y después,sequé las lágrimas , saque las agujas de tejer hilos de vida y empecé a trabajar sin parar.
Y Gonzalo, con solo cuatro años, se convirtió en el apoyo de su hermano, dejo de ser el pequeño para con su gran sabiduría llenar las horas de cosas bonitas que el dolor quería arrebatar.
Todo el clan se convirtió en uno, Rodrigo, Guillermo, Gonzalo, su padre (Pepe, ese hombretón grande y bueno ) y su madre se hicieron fuertes para que la enfermedad , cobarde ella, huyera al no poder con todos.
Un día le pedí a Guillermo que me dijera una frase, ¡era tan pequeño!, y me contesto con esa voz grave y una mirada cargada de madurez: -“Hasta el Infinito y mas allá”. Y yo cogí esas palabras y las madejas de esfuerzo de la gente y monté el Guillermo´s Team.
Niños, mayores, personas de todas las edades que convertían su esfuerzo en energía positiva para enviársela a Guillermo y a su familia. Corríamos , entrenábamos, subíamos montañas….recuerdo una San Silvestre en la que mi hija y todas mis sobrinas se me unieron en la carrera durante un par de kilómetros con una pancarta de apoyo; queríamos terminar y acabar el año con Guillermo….Y todo ese amor y los tratamientos y los develos.. funcionó.
Muchas veces que me duele algo, o que el cansancio me puede pienso en Guillermo, y como le he visto luchar con dignidad y serenidad contra el dolor y entonces todo lo que me pasa me resulta banal, pero no sólo a Guillermo, he de decir que nunca he visto a Mariajesus triste ni vencida, nunca la he oído quejarse, siempre positiva. Esta familia es una lección de vida y de cómo se puede luchar contra el infortunio y vencerlo.
Ahora Rodrigo tiene 10 años, Guillermo 8 y Gonzalo 7. Fuyur se unió el año pasado y es el pequeño dragón blanco de la suerte , de la Historia Interminable, reencarnado en un precioso perro blanco. Y yo soy la afortunada Mardrina. de esta familia, también mi familia, a la que adoro. Y a la que flojean las piernas cada vez que va a ver a Gonzalo y ese pequeño gran gigante se le abraza y la llena de besos.